miércoles, 31 de octubre de 2012

DON JUAN TENORIO, por Susana Meda


Trabajo de literatura:
Don Juan Tenorio: José Zorrilla

Vídeo 1:



Este vídeo corresponde al comienzo de la historia, la cual está situada en Sevilla.  Allí hay gran inquietud por la finalización del plazo de una apuesta entre Don Luís Mejía y Don Juan Tenorio, hombres de la aristocracia de gran reconocimiento en la zona.
La escena está situada en la hostería donde aparecen tres hombres misteriosos y enmascarados, ansiosos por saber de la llegada de los dos competidores. Estos, como se averigua más avanzada la obra, son Don Juan, su padre, Don Diego, y el padre de Doña Inés, Don Gonzalo; el cuál se negó en rotundo a que su hija mantuviese una relación sentimental con Don Juan.
Llegan, después al establecimiento, el capitán Centellas, Avellaneda y dos caballeros para presenciar el desenlace de la apuesta. Saludan a Buttarelli, el dueño, como viejos conocidos y él les trae botellas, mientras los caballeros discuten por ver quién de los dos apostantes es más mala cabeza y hacen también sus respectivas apuestas. Le piden a Buttarelli que les cuenta la llegada de Don Juan, el cual escribió unas cartas y le dio dos monedas de oro para que preparara una mesa con su mejor vino. Unos apuestan que era don Luis, el hombre enmascarado, y otros que se trataba de don Juan. Comienzan a dar los cuartos de las ocho, entran varias personas a la hostería y al dar la última campanada, don Juan con antifaz llega a la mesa preparada; inmediatamente llega hasta allí don Luis también con antifaz.
Acto seguido, ambos recuentan los hechos motivados por su apuesta, es decir, quieren saber quién había malgastado más fortuna y conquistado a más mujeres. Como era de esperar Don Juan, el protagonista, sale victorioso. Don Luís hostigado por su derrota decide proponerle otra apuesta que  consistía en que Don Juan debía conquistar a la prometida de Don Luís, Doña Ana, y a Doña Inés, que es novicia y se halla en el convento; antes de que se efectuase la boda de Ana y Luis.
Don Juan pone en marcha su plan y le pide a Brígida, una beata del convento donde está Doña Inés e institutriz de esta, que le entregue a Doña Inés un libro con una carta dentro y a él una llave para poder entrar en el convento. Brígida cumple con gusto su petición. Después va a casa de Doña Ana para  hablar con Lucía, una criada, y le da unas doscientas doblas de oro si lo deja entrar en el castillo para poder encontrarse con Doña Ana.  Así pues, Don Juan acuerda con Brígida en estar a las nueve en el convento y con Lucía a las diez  en el castillo.  


Vídeo 2:



Este vídeo se corresponde al principio del tercer acto de la primera parte de la obra, esta escena se sitúa en el convento. Allí la abadesa va a comunicarle a Doña Inés  la decisión de su padre de que permanezca de por vida en el convento. La abadesa alaba su suerte, pues como no ha salido nunca de allí y no conoce el mundo exterior tampoco lo puede añorar y por tanto está libre de tentación. Doña Inés suspira y la abadesa piensa que es porque echa de menos a su institutriz, le dice que cuando regrese la enviará con ella  y la manda a dormir.
Al marchar la abadesa se dice Inés que no sabe qué tiene, pues las palabras de la abadesa que tantas otras veces la habían convencido, esta vez parecían vacías. Llega Brígida, entra y cierra la puerta aunque Inés le dice que es orden en el convento de que esté abierta. Brígida le explica que así podrán hablar mejor y le pregunta si ha mirado el libro que le trajo. Inés contesta que no tuvo tiempo pues llegó la abadesa y, emocionada, abre el libro y cae una carta de entre sus hojas. Inocente pregunta qué y de quién será aquel papel. “De quién va a ser, sino de Don Juan”, contesta la niñera. La novicia suspira y le cuenta a Brígida como no hace otra cosa que pensar en el caballero Tenorio. Ella le responde que eso parece amor, pero Inés lo niega y confiesa no atreverse a leer la carta. Animada por Brígida, por fin lee la carta de Don Juan, que la va atrapando más y más hasta hacerle tragar el anzuelo entero.
Cuando acaba, Brígida le dice que tal vez como las ánimas Don Juan pueda llegar hasta allí, si tiene la llave adecuada. En ese momento se oyen pasos en la escalera y aparece Don Juan. Doña Inés en vista de tal acontecimiento, atrapada ya en las redes del galán, no aguanta la emoción y se desmaya; entonces Don Juan decide llevársela a su palacio. Al rato aparece Don Gonzalo en el convento buscando a su hija, pero esta ya no está. Al entrar en sus aposentos ve la carta que le escribió Don Juan a su hija y se dirige al palacio, enfurecido.  


Vídeo 3:



Este vídeo se corresponde al final de la primera parte de la obra y la acción está situada en el palacio de Don Juan. Allí, se encuentra su dueño y Don Luís de Mejía, el cual viene a luchar contra Don Juan por haber seducido con engaños a su prometida haciéndose pasar por Don Luís. Llega ya Don Gonzalo y ambos mantienen un altercado con Don Juan y como consecuencia pierden la vida los dos  ofendidos.  Al instante, Cuitti avisa a Don Juan de por dónde puede escapar ya que los hombre que trajo consigo Don Gonzalo pretenden matarlo y este escapa por el rio huyendo de la ciudad.


Con el paso del tiempo, el solar del palacio se convirtió en un panteón por orden del Don Diego Tenorio, el padre de Don Juan. Este ordenó que todas aquellas personas a las que su hijo había ofendido se enterrarían ahí una vez falleciesen. Años después Don Juan regresó al palacio y vio lo que allí había. Ese hecho le pareció desacertado y piensa que él también tiene derecho a yacer allí.
Permaneció en el panteón durante un rato y allí se le apareció el espíritu de Doña Inés que le advertía de que había hecho un pacto con Dios y que si él iba al infierno, ella tendría que acompañarlo. Pero él renegó de tal acontecimiento y creyó que era un producto de su imaginación.  Por allí aparecen el capitán Avellaneda y  Centellas y les cuenta lo sucedido, pero estos se burlan de él. Después se van los tres  a una casa que acababa de comprar Don Juan en Sevilla. Mientras están sentados a la mesa, escuchan una llamada a la puerta de la casa que cada vez se acerca más. Cuando por fin se supo quien llamaba, los acompañantes de Don Juan cayeron inconscientes al ver la figura de Don Gonzalo a pesar de que había muerto. Este fue a advertirle a Don Juan que al día siguiente se iba a morir él también y que debía salvar su alma. Pero Don Juan tampoco creyó en lo ocurrido pensando que sus dos acompañantes eran los causantes de tal locura.


Vídeo 4:


Una vez se despiertan el capitán y su acompañante, Don Juan los acusa de su locura y estos ofendidos arremeten contra él. Mantienen una discusión que pronto se convierte en pelea de la que sale el protagonista muy mal parado. Una vez muerto Don Juan, aparece otra vez el espíritu de Don Gonzalo que le muestra a Don Juan como transcurre su propio entierro. Él arrepentido pide clemencia a Dios y cree en él para así salvar su propia alma y también la de su amada. 

Esta es la obra completa de los fragmentos que yo he escogido. Es la producción que hizo TVE de la obra de Zorrilla. 




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