jueves, 20 de noviembre de 2014

MONÓLOGOS MATEMÁTICOS CON CHISPA

En clase, a lo largo del segundo trimestre vamos a realizar una versión muy humilde de certamen de monólogos divulgativos en las clases de Lengua Castellana y Literatura II para los grupos de 2º de Bachillerato A y C.
Las bases que han de ser tenidas en consideración son las siguientes:
  1. La participación es obligatoria.
  2. El tema elegido debe ceñirse a contenidos rigurosamente matemáticos.
  3. Las intervenciones serán orales y de carácter divulgativo, pero hay que entregar el texto escrito elaborado previamente.
  4. El tiempo disponible puede oscilar entre un mínimo de tres minutos y un máximo de cinco.
  5. Está permitido ilustrar la exposición oral con apoyo audiovisual o escénico.
  6. Se premiará la amenidad y la originalidad de la exposición


Eduardo Sáenz de Cabezón Irigaray es doctor en matemáticas en la Universidad de La Rioja y ha ganado el certamen internacional de monólogos del presente año de la plataforma TED con 

"Las matemáticas son para siempre":




En un reportaje titulado "Científicos con chispa" del semanario XLSEMANAL del 7 de diciembre de 2014 también se hacen eco de él:

Científicos con chispa

Otro ejemplo muy interesante en el que podéis inspiraros es el titulado “Las matemáticas divertidas” desarrollado en el TEDxGalicia por Miguel Ángel Vidal (Ourense, 1969) licenciado en Matemáticas por la Universidad de Santiago de Compostela, dedicado a la docencia durante 19 años en institutos de las provincias de Ávila y Pontevedra, lleva los últimos 6 cursos de forma ininterrumpida en el IES PEDRO FLORIANI de Redondela trabajando, exclusivamente, con alumnado de PDC.





Por último, dejo aquí esta amenísima charla sobre sexo y matemáticas de la doctora en Matemáticas Clio Cresswell de la University of Sydney del certamen TEDxSydney de 2014. El monólogo en inglés está subtitulado en castellano:





El teorema de Tales en versión musical de Les Luthiers




No os perdáis este magnífico corto recomendado por Mercedes Ferreiro, la profesora de matemáticas, y que también combina las temáticas del sexo y las matemáticas:



El corto estuvo nominado a los GOYA de 2014 al mejor cortometraje de ficción.

martes, 14 de octubre de 2014

martes, 7 de octubre de 2014

A fondo. El Estado Islámico. Las entrañas del califato

El semanario XLSemanal que se vende los domingos con La Voz de Galicia publicó el pasado día 5 un amplio informe en el que analiza a fondo el fenómeno del Estado Islámico, aplicando el formato del cuestionario. Así comienza el texto:

Es la última gran amenaza. El Estado Islámico domina ya un territorio del tamaño de media España. Tienen petróleo, agua y un inmenso arsenal, pero quieren más. Su sueño: emular al califato Omeya. Así es la vida en el lugar más peligroso del planeta.

 para acceder el texto completo

miércoles, 1 de octubre de 2014

TRABAJAMOS EL COMENTARIO CRÍTICO A LA SOMBRA DEL ACADÉMICO DE LA RAE ARTURO PÉREZ-REVERTE

http://www.perezreverte.com/biografia/ 

Sobre idiotas, velos e imanes

Vaya por Dios. Compruebo que hay algunos idiotas -a ellos iba dedicado aquel artículo- a los que no gustó que dijera, hace cuatro semanas, que lo del Islam radical es la tercera guerra mundial: una guerra que a los europeos no nos resulta ajena, aunque parezca que pilla lejos, y que estamos perdiendo precisamente por idiotas; por los complejos que impiden considerar el problema y oponerle cuanto legítima y democráticamente sirve para oponerse en esta clase de cosas.
La principal idiotez es creer que hablaba de una guerra de cristianos contra musulmanes. Porque se trata también de proteger al Islam normal, moderado, pacífico. De ayudar a quienes están lejos del fanatismo sincero de un yihadista majara o del fanatismo fingido de un oportunista. Porque, como todas las religiones extremas trajinadas por curas, sacerdotes, hechiceros, imanes o lo que se tercie, el Islam se nutre del chantaje social. De un complicado sistema de vigilancia, miedo, delaciones y acoso a cuantos se aparten de la ortodoxia. En ese sentido, no hay diferencia entre el obispo español que hace setenta años proponía meter en la cárcel a las mujeres y hombres que bailasen agarrados, y el imán radical que, desde su mezquita, exige las penas sociales o físicas correspondientes para quien transgreda la ley musulmana. Para quien no viva como un creyente.
Por eso es importante no transigir en ciertos detalles, que tienen apariencia banal pero que son importantes. La forma en que el Islam radical impone su ley es la coacción: qué dirán de uno en la calle, el barrio, la mezquita donde el cura señala y ordena mano dura para la mujer, recato en las hijas, desprecio hacia el homosexual, etcétera. Detalles menores unos, más graves otros, que constituyen el conjunto de comportamientos por los que un ciudadano será aprobado por la comunidad que ese cura controla. En busca de beneplácito social, la mayor parte de los ciudadanos transigen, se pliegan, aceptan someterse a actitudes y ritos en los que no creen, pero que permiten sobrevivir en un entorno que de otro modo sería hostil. Y así, en torno a las mezquitas proliferan las barbas, los velos, las hipócritas pasas -ese morado en la frente, de golpear fuerte el suelo al rezar-, como en la España de la Inquisición proliferaban las costumbres pías, el rezo del rosario en público, la delación del hereje y las comuniones semanales o diarias.
El más siniestro símbolo de ese Islam opresor es el velo de la mujer, el hiyab, por no hablar ya del niqab que cubre el rostro, o el burka que cubre el cuerpo. Por lo que significa de desprecio y coacción social: si una mujer no acepta los códigos, ella y toda su familia quedan marcados por el oprobio. No son buenos musulmanes. Y ese contagio perverso y oportunista -fanatismos sinceros aparte, que siempre los hay- extiende como una mancha de aceite el uso del velo y de lo que haga falta, con el resultado de que, en Europa, barrios enteros de población musulmana donde eran normales la cara maquillada y los vaqueros se ven ahora llenos de hiyabs, niqabs y hasta burkas; mientras el Estado, en vez de arbitrar medidas inteligentes para proteger a esa población musulmana del fanatismo y la coacción, lo que hace es ser cómplice, condenándola a la sumisión sin alternativa. Tolerando usos que denigran la condición femenina y ofenden la razón, como el disparate de que una mujer pueda entrar con el rostro oculto en hospitales, escuelas y edificios oficiales -en Francia, Holanda e Italia ya está prohibido-, que un hospital acceda a que sea una mujer doctor y no un hombre quien atienda a una musulmana, o que un imán radical aconseje maltratos a las mujeres o predique la yihad sin que en el acto sea puesto en un avión y devuelto a su país de origen. Por lo menos.
Y así van las cosas. Demasiada transigencia social, demasiados paños calientes, demasiados complejos, demasiado miedo a que te llamen xenófobo. Con lo fácil que sería decir desde el principio: sea bien venido porque lo necesitamos a usted y a su familia, con su trabajo y su fuerza demográfica. Todos somos futuro juntos. Pero escuche: aquí pasamos siglos luchando por la dignidad del ser humano, pagándolo muy caro. Y eso significa que usted juega según nuestras reglas, vive de modo compatible con nuestros usos, o se atiene a las consecuencias. Y las consecuencias son la ley en todo su rigor o la sala de embarque del aeropuerto. En ese sentido, no estaría de más recordar lo que aquel gobernador británico en la India dijo a quienes querían seguir quemando viudas en la pira del marido difunto: «Háganlo, puesto que son sus costumbres. Yo levantaré un patíbulo junto a cada pira, y en él ahorcaré a quienes quemen a esas mujeres. Así ustedes conservarán sus costumbres y nosotros las nuestras». 
 
  1. Resume el artículo de Pérez-Reverte. En tu síntesis has de exponer el tema tratado por el autor, la tesis que defiende y los argumentos que emplea para sostenerla.
  2. Elabora un esquema que refleje la estructura del contenido del artículo de Pérez-Reverte
  3. Explica el significado de las expresiones destacadas en negrita sin recurrir a sinónimos.
  4. Redacta un comentario crítico centrándote en el mismo tema elegido por Arturo Pérez-Reverte pero, por supuesto, enunciando tu propia tesis y desarrollando tus propios argumentos.

martes, 30 de septiembre de 2014

ESCUCHANDO A EDUARDO GALEANO

Escuhamos al escritor y perioista uruguayo Eduardo Galeano en la presentación de su libro Los Hijos de los Dias del que lee además algunos fragmentos


viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Y tú qué piensas?

Sálvame

El debate sobre el Toro de la Vega de Tordesillas, ese espectáculo prehistórico por el cual ya sólo deberían expulsarnos de las comunidades europeas, derivó en otra discusión sobre la oportunidad o no de que los políticos aparezcan en ciertos programas televisivos tras la intervención por sorpresa hablando del tema del nuevo candidato socialista, Pedro Sánchez, en el programa estrella de la llamada televisión de entretenimiento, el mítico Sálvame.
La discusión sobre este segundo asunto eclipsó al primero, con lo que el pobre Toro de la Vega, como todos esos festejos caracterizados por su brutalidad pero que tanto éxito tienen en un país que parece que no sabe divertirse si no es maltratando a un animal, quedó olvidado casi del todo hasta que el próximo año por estas fechas vuelva de nuevo a la actualidad. Lo cual demuestra que aquí los acontecimientos pasan como las nubes los días de viento por el cielo, pero también que, puestos a elegir entre un debate moral, verdaderamente importante, y otro superficial, la preferencia de los españoles es clara: primero lo superficial.
La última vez que me invitaron a intervenir en un programa televisivo me advirtieron enseguida de que podía hablar de todo menos de literatura. ¿La razón? Que los jóvenes no leen y que el público del programa al que me invitaban era mayoritariamente joven. La advertencia no me pilló por sorpresa, pues ya en otra ocasión, no sé si en esa o en otra televisión, tras aceptar acudir a ella, me habían aconsejado que no hablara más de un minuto y medio seguido porque, según el presentador, a partir del minuto y medio “el espectador normal desconecta”. Fue el último programa al que acudí. Desde entonces, cada mañana rezo una oración, la única en todo el día: “¡Señor, sálvame de mis compatriotas!”.
Julio Llamazares, El País, 25 de septiembre de 2014.


  •  ¿Y tú qué piensas de los festejos caracterizados por su brutalidad?
  • ¿Qué opinión te merece que un político serio participe en programas televisivos de entretenimiento?
  • ¿Crees que en España se prefiere discutir sobre lo superficial para no tener que abordar los asuntos graves?
  • ¿De verdad los jóvenes sois incapaces de realizar un esfuerzo intelectual o de mantener la concentración más allá de un minuto y medio?
  • ¿Compartes la tesis de Julio Llamazares? Justifícate con argumentos propios.
  • Explica la oportunidad y el doble sentido del título del artículo.



Examen PAU SEPTIEMBRE 2014




CRITERIOS DE CORRECCIÓN DA CIUG


lunes, 22 de septiembre de 2014

Lenguas en peligro de extinción

Ana Barral nos ha invitado a leer un texto periodístico muy interesante en animalpolitico.com que a su vez se hace eco de lo publicado originalmente en el diario digital español eldiario.es

Lenguas en peligro de extinción

Salvar lenguas moribundas
 
Esta lectura nos permite reflexionar sobre el lenguaje humano, acerca de su riqueza y complejidad, así como plantearnos la eficacia metalingüística. Pero también, de modo indirecto nos permite comprobar como se renutten los medios periodísticos en la red.
¡Ojo! Esto nunca es criticable siempre que se incluyan la fuente y la autoría originales.
La propuesta de Ana es bien oportuna para introducirnos en el tema de las variedades diatópicas del español. Por ejemplo, podemos fijarnos en la omisión de los artículos al redactar los titulares en el medio digital mexicano.

El siguiente texto periodístico publicado por el periódico español El País trata asimismo la relación entre la tecnología y el estudio de la lengua, en concreto de las variantes lingüísticas diastráticas y diafásicas del español de España

Las diez palabras más utilizadas en la jerga española

jueves, 12 de junio de 2014

EXAMEN PAU DE LCL XUÑO 2014

¡Si en aquel día (jueves, 28 de noviembre de 2013) además de "acertar" el texto de la OPCIÓN A del examen de selectividad hubiéramos participado en algún juego de azar...!

Pues parece que resultó bastante fácil de resolver la prueba. La OPCIÓN B tampoco era complicada.

Ya tan solo resta aguardar las notas... que deberían ser bastante buenas en general ¿no?




Estos son los criterios de corrección que se facilitan en la página web de la CIUG:







miércoles, 28 de mayo de 2014

EL TEATRO DEL BARROCO

EL TEATRO BARROCO Y SU REPRESENTACIÓN



EL TEATRO DEL SIGLO DE ORO

LAS ACEITUNAS, DE LOPE DE RUEDA

LAS ACEITUNAS, DE LOPE DE RUEDA

LAS ACEITUNAS
Autor: Lope de Rueda (1505-1565)
El autor, director y actor teatral Lope de Rueda es conocido sobre todo por ser el creador de los pasos, pequeñas piezas cómicas de carácter costumbrista y personajes populares que se intercalaban entre los actos de las comedias. La comicidad de las situaciones y gran fuerza expresiva de su lenguaje se reflejan muy bien en el texto seleccionado, perteneciente al Paso séptimo, muy gracioso, de El deleitoso.



lunes, 7 de abril de 2014

COMENTARIO CRÍTICO: Cambios que la LOMCE introduce en el sistema edicativo español

Para empezar a informarse sobre los cambios que la LOMCE introduce en el sistema edicativo español, conviene acudir a una fuente presuntamente neutral, por ejemplo, la WIKIPEDIA:

LOMCE en la WIKIPEDIA

Después, convendría contrastar información de fuentes cuyo sesgo ideológico difiriera notablemente.

Y a partir de ahí, ya se está en condiciones de abordar la redacción del comentario crítico que se os ha pedido sobre la cuestión.

jueves, 3 de abril de 2014

MONÓLOGOS DIVULGATIVOS DE CARÁCTER CIENTÍFICO Y TÉCNICO EN BIBLIOMALVEIRAS



A lo largo de la segunda semana de abril, el alumnado de 2º de BACHILLERATO desarrollará un certamen de monólogos durante cada uno de los dos recreos diarios (salvo el segundo del martes, reservado para el TALLER DE POESÍA).
Sus charlas se centrarán alrededor de una amplia gama de temas científicos y técnicos.
Su objetivo radica en dar a conocer contenidos muy serios de un modo muy breve y muy ameno.
Todas las personas que lo deseen están invitadas, independientemente del nivel en el que estén matriculadas.
Se invita ¡incluso! al personal docente y no docente que quiera asistir.

El lunes, día 7, comienzan

  • Beatriz Lorenzo, del Bachillerato de Artes, a las 10.40 h. hablará de la paradoja de Monty Hall

  • Candela e Raquel Vidal, del Bachillerato de Ciencias, a las 12.35h. tratarán respectivamente de las mujeres científicas y de la atracción sexual en los seres humanos.


    El martes, día 8, habla

    Jonathan Castaño, del Bachillerato de Ciencias, a las 10.40 h. y tratará sobre la Simbiosis.

     

    El miércoles, día 9, hablan

    • Isabel Piñeiro, del Bachillerato de Ciencias, a las 10.40 h. abordará la cuestión ¿Cómo se financia una sociedade?

    • Carla López, del Bachillerato de Ciencias y Patricia Martiñán del Bachillerato de Artes, a las 12.35h. tratarán respectivamente de la cirugía estética y de la evolución del canon de belleza.

"La Fundación" de Antonio Buero Vallejo en TVE

Ayuda bastante esta adaptación televisiva del texto dramático para comprobar cómo se traslada a la representación escénica el texto secundario de didascalias y acotaciones.
En particular, resulta muy interesante en lo tocante al procedimiento de los efectos de inmersión.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Xosé Manuel Dopazo en la plataforma TED-GALICIA

Aunque el de Xosé Manuel Dopazo no es un monólogo divulgativo de carácter científico, no os lo podéis perder porque este entusiasta profesor gallego desarrolló su magnífica intervención en la plataforma TEDxGALICIA con decisión e intención.

)

martes, 11 de marzo de 2014

NARRATIVA HISPANOAMERICANA.

Sobre Pedro Páramo


 
Primeras líneas de PEDRO PÁRAMO, de Juan Rulfo
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costo trabajo zafarse de sus manos muertas.
Todavía antes me había dicho: -No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cobráselo caro. -Así lo haré, madre. Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala.
Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de las saponarias.
El camino subía y bajaba: "Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para él que viene, baja."
-¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
-Comala, señor.
-¿Está seguro de que ya es Comala?
-Seguro, señor.
-¿Y por qué se ve esto tan triste?
-Son los tiempos, señor.
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver: "Hay allí, pasando el puerto de Los Colimotes, la vista muy hermosa de una llanura verde, algo amarilla por el maíz maduro. Desde ese lugar se ve Comala, blanqueando la tierra, iluminándola durante la noche." Y su voz era secreta, casi apagada, como si hablara consigo misma... Mi madre.
-¿Y a qué va usted a Comala, si se puede saber? -oí que me preguntaban.
-Voy a ver a mi padre contesté.
-¡Ah! - dijo él.
Y volvimos al silencio.
Caminábamos cuesta abajo, oyendo el trote rebotado de los burros. Los ojos reventados por el sopor del sueño, en la canícula de agosto.
-Bonita fiesta le va a armar -volví a oír la voz del que iba allí a mi lado-. Se pondrá contento de ver a alguien después de tantos años que nadie viene por aquí.
Luego añadió:
-Sea usted quien sea, se alegrará de verlo.


Otro fragmento de PEDRO PÁRAMO leído por su autor



Estoy acostada en la misma cama donde murió mi madre hace ya muchos años; sobre el mismo colchón; bajo la misma cobija de lana negra con la cual nos envolvíamos las dos para dormir. Entonces yo dormía a su lado, en un lugarcito que ella me hacía debajo de sus brazos.
Creo sentir todavía el golpe pausado de su respiración; las palpitaciones y suspiros con que ella arrullaba mi sueño... Creo sentir la pena de su muerte...
Pero esto es falso.
Estoy aquí, boca arriba, pensando en aquel tiempo para olvidar mi soledad. Porque no estoy acostada sólo por un rato. Y ni en la cama de mi madre, sino dentro de un cajón negro como el que se usa para enterrar a los muertos. Porque estoy muerta.
Siento el lugar en que estoy y pienso...
Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio.
El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vacío el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.
Y los gorriones reían; picoteaban las hojas que el aire hacía caer, y reían; dejaban sus plumas entre las espinas de las ramas y perseguían a las mariposas y reían. Era esa época.
En febrero, cuando las mañanas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz azul. Me acuerdo. Mi madre murió entonces.
Que yo debía haber gritado; que mis manos tenían que haberse hecho pedazos estrujando su desesperación. Así hubieras tú querido que fuera. Pero ¿acaso no era alegre aquella mañana? Por la puerta abierta entraba el aire, quebrando las guías de la yedra. En mis piernas comenzaba a crecer el vello entre las venas, y mis manos temblaban tibias al tocar mis senos. Los gorriones jugaban. En las lomas se mecían las espigas. Me dio lástima que ella ya no volviera a ver el juego del viento en los jazmines; que cerrara sus ojos a la luz de los días. Pero ¿por qué iba a llorar?
¿Te acuerdas, Justina? Acomodaste las sillas a lo largo del corredor para que la gente que viniera a verla esperara su turno. Estuvieron vacías. Y mi madre sola, en medio de los cirios; su cara pálida y sus dientes blancos asomándose apenitas entre sus labios morados, endurecidos por la amoratada muerte. Sus pestañas ya quietas; quieto ya su corazón. Tú y yo allí, rezando rezos interminables, sin que ella oyera nada, sin que tú y yo oyéramos nada, todo perdido en la sonoridad del viento debajo de la noche. Planchaste su vestido negro, almidonado el cuello y el puño de sus mangas para que sus manos se vieran nuevas, cruzadas sobre su pecho muerto; su viejo pecho amoroso sobre el que dormí en un tiempo y que me dio de comer y que palpitó para arrullar mis sueños.
Nadie vino a verla. Así estuvo mejor. La muerte no se reparte como si fuera un bien. Nadie anda en busca de tristezas.
Tocaron la aldaba. Tú saliste.
-Ve tú -te dije-. Yo veo borrosa la cara de la gente. Y haz que se vayan. ¿Que vienen por el dinero de las misas gregorianas? Ella no dejó ningún dinero. Díselos, Justina. ¿Que no saldrá del Purgatorio si no le rezan esas misas? ¿Quiénes son ellos para hacer la justicia, Justina? ¿Dices que estoy loca? Está bien.
Y tus sillas se quedaron vacías hasta que fuimos a enterrarla con aquellos hombres alquilados, sudando por un peso ajeno, extraños a cualquier pena. Cerraron la sepultura con arena mojada; bajaron el cajón despacio, con la paciencia de su oficio, bajo el aire que les refrescaba su esfuerzo. Sus ojos fríos, indiferentes. Dijeron: «Es tanto». Y tú les pagaste, como quien compra una cosa, desanudando tu pañuelo húmedo de lágrimas, exprimido y vuelto a exprimir y ahora guardando el dinero de los funerales...
Y cuando ellos se fueron, te arrodillaste en el lugar donde había quedado su cara y besaste la tierra y podrías haber abierto un agujero, si yo no te hubiera dicho: «Vámonos, Justina, ella está en otra parte, aquí no hay más que una cosa muerta».
-¿Eres tú la que ha dicho todo eso, Dorotea?
-¿Quién, yo? Me quedé dormida un rato. ¿Te siguen asustando?
-Oí a alguien que hablaba. Una voz de mujer. Creí que eras tú.
-¿Voz de mujer? ¿Creíste que era yo? Ha de ser la que habla sola. La de la sepultura
grande. Doña Susanita. Está aquí enterrada a nuestro lado. Le ha de haber llegado la
humedad y estará removiéndose entre el sueña.
-¿Y quién es ella?
-La última esposa de Pedro Páramo. Unos dicen que estaba loca. Otros, que no. La verdad es que ya hablaba sola desde en vida.
-Debe haber muerto hace mucho.
-¡Uh, sí!, hace mucha. ¿Qué le oíste decir?
-Algo acerca de su madre.
-Pero si ella ni madre tuvo...
-Pues de eso hablaba.
-... O, al menos, no la trajo cuando vino. Pero espérate. Ahora recuerdo que ella nació aquí, y que ya de añejita desaparecieron. Y sí, su madre murió de tisis. Era una señora muy rara que siempre estuvo enferma y no visitaba a nadie.
-Eso dice ella. Que nadie había ido a ver a su madre cuando murió.
-¿Pero de qué tiempos hablará? Claro que nadie se paró en su casa por el puro miedo de agarrar la tisis: ¿Se acordará de eso la indina?
-De eso hablaba..
-Cuando vuelvas a oírla me avisas, me gustaría saber lo que dice.
-¿Oyes? Parece que va a decir algo. Se oye un murmullo.
-No, no es ella. Eso viene de más lejos, de por este otro rumbo. Y es voz de hombre. Lo que pasa con estos muertos viejos es que en cuanto les llega la humedad comienzan a removerse. Y despiertan.



Primeras líneas de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, de Gabriel García Márquez

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.
El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia.
Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades.
«Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aun más allá del milagro y la magia, pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra. Melquíades, que era un hombre honrado, le previno: «Para eso no sirve.» Pero José Arcadio Buendía no creía en aquel tiempo en la honradez de los gitanos, así que cambió su mulo y una partida de chivos por los dos lingotes imantados. Úrsula Iguarán, su mujer, que contaba con aquellos animales para ensanchar el desmedrado patrimonio doméstico, no consiguió disuadirlo. «Muy pronto ha de sobrarnos oro para empedrar la casa», replicó su marido. Durante varios meses se empeñó en demostrar el acierto de sus conjeturas. Exploró palmo a palmo la región, inclusive el fondo del río, arrastrando los dos lingotes de hierro y recitando en voz alta el conjuro de Melquíades. Lo único que logró desenterrar fue una armadura del siglo xv con todas sus partes soldadas por un cascote de óxido, cuyo interior tenía la resonancia hueca de un enorme calabazo lleno de piedras. Cuando José Arcadio Buendía y los cuatro hombres de su expedición lograron desarticular la armadura, encontraron dentro un esqueleto calcificado que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobre con un rizo de mujer.


La ciudad y los perros, de Mario Vargas LLosa



RAYUELA - Capítulo 68 – de Julio Cortázar
Fragmento leído por su autor

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.