Sálvame
El debate sobre el Toro de la Vega de Tordesillas, ese espectáculo
prehistórico por el cual ya sólo deberían expulsarnos de las
comunidades europeas, derivó en otra discusión sobre la oportunidad
o no de que los políticos aparezcan en ciertos programas televisivos
tras la intervención por sorpresa hablando del tema del nuevo
candidato socialista, Pedro Sánchez, en el programa estrella de la
llamada televisión de entretenimiento, el mítico Sálvame.
La discusión sobre este segundo asunto eclipsó al primero, con
lo que el pobre Toro de la Vega, como todos esos festejos
caracterizados por su brutalidad pero que tanto éxito tienen en un
país que parece que no sabe divertirse si no es maltratando a un
animal, quedó olvidado casi del todo hasta que el próximo año por
estas fechas vuelva de nuevo a la actualidad. Lo cual demuestra que
aquí los acontecimientos pasan como las nubes los días de viento
por el cielo, pero también que, puestos a elegir entre un debate
moral, verdaderamente importante, y otro superficial, la preferencia
de los españoles es clara: primero lo superficial.
La última vez que me invitaron a intervenir en un programa
televisivo me advirtieron enseguida de que podía hablar de todo
menos de literatura. ¿La razón? Que los jóvenes no leen y que el
público del programa al que me invitaban era mayoritariamente joven.
La advertencia no me pilló por sorpresa, pues ya en otra ocasión,
no sé si en esa o en otra televisión, tras aceptar acudir a ella,
me habían aconsejado que no hablara más de un minuto y medio
seguido porque, según el presentador, a partir del minuto y medio
“el espectador normal desconecta”. Fue el último programa al que
acudí. Desde entonces, cada mañana rezo una oración, la única en
todo el día: “¡Señor, sálvame de mis compatriotas!”.
Julio Llamazares, El País, 25 de septiembre de
2014.
- ¿Y tú qué piensas de los festejos caracterizados por su brutalidad?
- ¿Qué opinión te merece que un político serio participe en programas televisivos de entretenimiento?
- ¿Crees que en España se prefiere discutir sobre lo superficial para no tener que abordar los asuntos graves?
- ¿De verdad los jóvenes sois incapaces de realizar un esfuerzo intelectual o de mantener la concentración más allá de un minuto y medio?
- ¿Compartes la tesis de Julio Llamazares? Justifícate con argumentos propios.
- Explica la oportunidad y el doble sentido del título del artículo.
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