Presentaciones interactivas de EL TINGLADO presenta a: Indiana Jones
Géneros periodísticos
1. El género informativo se caracteriza por ofrecer la narración objetiva de unos hechos de interés general y se materializa en las noticias y en los reportajes objetivos. La noticia es el relato de un acontecimiento de actualidad que suscita interés público. El periodista tiene la responsabilidad de relatar con la mayor objetividad y veracidad posible cómo se han producido esos acontecimientos o hechos, sin ningún tipo de valoración personal u opinión. El estilo lingüístico utilizado está claramente definido por las siguientes normas: claro, concreto y conciso (las tres ces). Las noticias siguen una estructura de pirámide invertida (1). En la noticia se deben incluir los datos esenciales para la comprensión del acontecimiento. Se tiene que proporcionar al público las respuestas a las llamadas 5 W: Quién, qué, cuándo, dónde, por qué (who, what, when, where, why, a las que, se puede añadir el Cómo (How).
La noticia se compone de tres partes: titular, lead o entradilla y cuerpo de la noticia.
El reportaje objetivo es un relato que describe un hecho sin incluir opinión o valoración del periodista. El reportaje objetivo cumple en gran parte las mismas funciones que la noticia. Presenta bastantes elementos comunes, sobre todo que el periodista mantiene la objetividad en la presentación de los hechos. Es un relato descriptivo que no debe incluir opiniones personales o valoraciones del periodista. Se diferencian de la noticia en que su extensión generalmente es mayor. El reportaje, por tanto, permite al periodista ofrecer un mayor número de datos complementarios que cuando redacta una noticia.
2. El género interpretativo combina la información con la opinión y de ese cóctel surgen las crónicas, los reportajes interpretativos, las entrevistas, etc.
Existen distintos tipos de entrevistas, pero la entrevista periodística por excelencia es la que se conoce como entrevista de personalidad. El periodista, en este caso, trata de recoger con veracidad la personalidad del personaje entrevistado. Comparte con sus lectores aquellos elementos más significativos de la conversación que ha mantenido con ese personaje. La técnica de redacción de la entrevista consiste en alternar las descripciones o consideraciones que realiza el periodista con las palabras textuales del entrevistado. Esa combinación permite que el lector pueda penetrar en la psicología del personaje. El periodista introduce en sus consideraciones elementos interpretativos. Las entrevistas de personalidad suelen contar con una extensión considerable que puede alcanzar distintas páginas y suelen ir acompañadas de un reportaje fotográfico que retrata la imagen del entrevistado, mientras que el texto de la entrevista pretende retratar el "espíritu" del mismo. La entrevista debe comenzar con un breve párrafo en el que se presenta a la persona entrevistada y se aportan algunos datos de interés a propósito de las circunstancias y de la oportunidad que propiciaron la entrevista.
A la hora de editar el texto, se escriben las palabras textuales del entrevistado con un estilo de letra diferente y precedidas de la inicial de su nombre, estableciendo así la diferencia formal con respecto a la propia intervención del entrevistador. Si por su extensión, o por carecer de relevancia, se decide omitir una parte de lo que el entrevistado nos ha contestado, se señala el "corte" así: [...]
La crónica periodística se considera un género interpretativo que consiste en la narración de una noticia en la que se incorporan ciertos elementos de valoración, aunque estos siempre tienen un carácter secundario frente a los elementos estrictamente informativos. Se trata de un género periodístico híbrido, como también lo son el reportaje interpretativo o la entrevista. El estilo de la crónica es objetivo al igual que el de la noticia, pero el periodista se permite una mayor libertad expresiva en el uso del lenguaje, hasta el punto de crear un estilo personal. También puede estructurar la crónica con libertad, sin aplicar la pirámide invertida con la intención de mantener el interés desde la primera hasta la última línea.
(1). Es decir, se sintetiza lo sustancial en el titular y en la entradilla, se jerarquiza la información y se van relegando hacia el final los datos informativos secundarios, porque si hay que cortar la noticia así no se prescinde de lo más importante.